domingo, 4 de diciembre de 2016

Tu dolor en mis brazos

Soy madre y tu dolor es mio.
No lo sabía, no me lo explicaron.

Nadie me dijo que debía leer el brillo en tus ojos.
Nadie me dijo que debía descifrar la forma de tu sonrisa.
Jamás me contaron que cada lágrima tuya sería dolorosa.
No sabía que tu pequeño corazón también sentía dolor, tristeza y desilusión.
Nunca supe lo que hoy.
Nadie me dijo que mis brazos acunarían tu pena.
Nunca supe cuando dejaron de ser unos simples miembros, sencillas partes de mi cuerpo.
Nunca supe cuando se transformaron en calma, en amor. En receptores de tu dolor.
Hoy mis simples brazos se transformaron y calmaron tu llanto.
Te liberaron de terribles pesadillas.
Te abrazaron hasta quedar exhaustos casi inertes.
Te acurrucaron en el pecho que siempre te espero.
Te sostuvieron hasta que quedarás quieto, dormido de tanto llanto.
Hoy les diste un nuevo uso.
Hoy tu pena ha sido la mía.
Hoy me transformaste el alma.
Hoy te amo más que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario