domingo, 21 de junio de 2015

Mi Padre Perfecto


No recuerdo cuando te conocí, asumo que fue cuando  nací. No se del lugar, del día, ni de la forma o del olor del ambiente de aquel momento. Me hubiese gustado mucho saber mas de ese encuentro, como en  las películas Hollywodenses donde sales de tu cuerpo para ir a otra dimensión o en este caso ir al tiempo pasado, solo para ver la expresión de tu rostro al verme por primera vez.
Quizás tuviste miedo o te horrorizaste de ver que tendrías otra hija mujer.O quizás tu mirada se lleno de luz al verme, que sé yo. Siempre he gastado minutos de mi vida pensando e imaginando ese momento. Pero nuestra vida fue mas que eso.
Yo te conocí aquella tarde cuando fuiste a recogerme al jardín de niños. Una tarde de mucho viento, cogiste mi lonchera azul y me llevaste de la mano a la casa. No se que azar del destino te llevo a ir aquel dia, porque tu nunca fuiste antes y nunca fuiste después.  Yo te conocí aquella tarde, por que es el recuerdo mas viejo que tengo de ti papa.
Sin embargo la vida fue avanzando y dejamos atrás, los dos, la niñez de la que no estuviste muy presente. Quizás estuviste solo para regalarme esa muñeca Peloncita que tanto adoraba. Quizás estuviste siempre y solo es que tengo mala memoria. Mejor dejemoslo así.
Siempre quisiste un hijo hombre, que por maldiciones de la vida perdiste un día. 
Cuando ya mas grandecita buscaste y encontraste en mi al hijo que no tuviste nunca. Quizás fue allí cuando te conocí de verdad, entre los constantes días de compras, búsquedas y charlas de cables, toma corrientes y tubos de luz, nos fuimos conociendo. Entre las idas al estadio Matute para ver jugar al equipo de tu amores o cuando te hablaba de lo mucho que me gustaba pasar tiempo contigo, nos conocimos mas. Tanto que en conjunto creamos un sueño, un proyecto de vida para mi. Por el cual te las jugaste todas y que yo no supe valorar. 
Paso el tiempo y nos cayo encima la distancia, tu allá y yo acá, padre e hija separados por miles de kilómetros y por decepciones, rencores y olvidos jamas olvidados. Nuestra peor época, por que no estuve para ti y lo mas doloroso, no estuviste para mi cuando mas te necesitaba. No me rescataste.
Pero la vida tan azarosa ella, nos dio otra oportunidad. Y es allí que con certeza puedo decir que realmente nos hemos conocido. Conozco ahora a mi Padre, tan imperfecto como el solo, pero tan perfecto para quererme, quizás por que tenemos el carácter tan parecido.
Pero definitivamente es ahora, cuando te veo ya mayor, que te conozco. Por la sincera mirada cuando muy emocionado me cuentas algún anécdota de tu trabajo o cuando demuestras los feliz que eres cuando ves a mi hijo.
Te conozco ahora y te conocí siempre, siempre fuiste el mismo.... Mi padre perfecto, papa.

Mi Padre Perfecto


No hay comentarios:

Publicar un comentario